Una maestra rural: agosto 2016

Este curso vamos a emprender un emocionante viaje por nuestras emociones.

Desde que el curso pasado cayera en mis manos el libro Emocionario he estado pensando de qué forma me gustaría trabajarlo con mis alumnos. Pensé que el libro en sí ya era un material muy interesante y valioso; un gran tesoro, pero si lo enriquecía con música y pintura podía resultar un recurso más interesante y completo.

Me parece indispensable contar con la música en este proyecto por el poder que tiene para despertar nuestras emociones, influir en nuestro estado de ánimo y evocar recuerdos.

Quiero que aprendan a mirar y a escuchar. Que descubran cómo el pintor utiliza los colores, la perspectiva, la luz o las líneas según lo que desee transmitir. Del mismo modo, el compositor jugará con el tempo, los matices, las escalas o los modos. Al mismo tiempo, también quiero que amplien su conocimiento cultural descubriendo pintores y músicos tanto clásicos como contemporáneos, por eso he intentado buscar obras de estilos y épocas diferentes.

El aprender a mirar y a escuchar les ayudará a hacerles conscientes de lo que les rodea y les servirá para aprender a entenderse y a entender a los demás.

Abrirles los ojos y la mente a las artes es de vital importancia si queremos adultos empáticos, críticos y sensibles.

Viajaremos por las 22 primeras emociones que plantea el libro, una por semana.

Primero leeremos la introducción que aparece en el emocionario. Me parece muy clara y concisa para partir de ella y centrar la emoción. Después iniciaremos una tertulia para poder acabar de esclarecer dudas y aprender a identificarla.

A continuación presentaremos la pintura haciendo referencia a su autor y comentaremos qué elementos del cuadro nos evocan la emoción que estamos abordando.

Seguidamente presentaremos la obra musical y haremos hincapié en que hagan una escucha activa, imaginando momentos o situaciones que evoquen esa emoción. La escucha se hará en silencio y con los ojos cerrados, evitando distracciones y buscando la máxima concentración. Al acabar la audición, de manera voluntaria, irán contando al resto del grupo las experiencias que hayan tenido con dicha emoción, en un clima de respeto y absoluta tolerancia y comprensión.

Por último repartiremos una ficha donde aparece el nombre de la emoción, una imagen del cuadro y la audición. En esa hoja hay un espacio en blanco para que puedan representar mediante un dibujo (realista o abstracto) la emoción que han experimentado. Para la realización del dibujo volveremos a poner la música para que les ayude a viajar de nuevo a su interior, a sus emociones. (Al final de la entrada podéis descargar las fichas por si os son de utilidad y después de cada emoción podéis acceder al archivo musical para escuchar la pieza seleccionada).
Al mismo tiempo iremos plasmando las diferentes emociones en un mural que simulará una estación de tren, donde cada emoción se representará como una parada (no aparecerán todas las paradas al mismo tiempo, irán añadiéndose a medida que las vayamos presentando). Cuando acabemos una emoción anunciaremos la siguiente como si de un anuncio de tren se tratara, diciendo: próxima parada AMOR y la colgaremos en el mural. De esta manera tendrán toda una semana para poder pensar e investigar sobre la emoción que veremos.
Poco a poco iré añadiendo imágenes del mural y compartiendo los rótulos de las estaciones.

Detrás de este trabajo hay muchos meses de búsqueda y selección. No ha sido una tarea fácil asignar una música a cada emoción. Lo que transmite la música es muy subjetivo, y es posible que no a todos les evoque con el mismo acierto o intensidad la emoción que se pretende despertar.
He intentado buscar elementos objetivos en la elección de las piezas musicales, pero no deja de ser mi selección respecto a mis gustos, vivencias y emociones. Sois libres de aprovechar aquello que os sirva y cambiar todo lo que creáis mejorable. Este material que os voy a facilitar es una idea, a partir de ella modificadla o cread la vuestra.

1. TERNURA