jueves, 17 de noviembre de 2016

FRASCO DE LA CALMA

Este recurso sirve para que el niño se tranquilice cuando sienta tensión, nerviosismo, ira... El hecho de centrar su atención en el frasco, hacerle consciente de la respiración y del movimiento relajante de la purpurina dentro del tarro, harán que poco a poco el niño vuelva a una situación calma.

Si queréis hacerlo seguid los pasos, es muy sencillo.

Los materiales que se necesitan son:

-Un frasco que cierre herméticamente.
-Pegamento líquido transparente.
-Glicerina.
-Purpurina de diferentes tamaños y colores.

Pasos a seguir:

-Vierte agua caliente en el frasco, un poco menos de la mitad.
-Un tercio de la parte que queda por cubrir rellénala de pegamento líquido.
-Otro tercio de glicerina.
-Remueve la mezcla.
-Ahora toca añadir la purpurina. Hay que poner cantidades generosas de purpurina, intentando buscar diferentes tamaños para que al agitarlo se precipiten y muevan a distintas velocidades.
-Vuelve a mover con un palito la mezcla y fíjate en el movimiento de la purpurina al caer. Si ves que cae demasiado rápido y te gustaría que flotara durante más tiempo, añade glicerina lo que quede del frasco, así conseguirás un líquido más espeso y un movimiento más lento. Si por el contrario te gustaría un movimiento más rápido, añade agua hasta llenar el frasco.
-Por último nos falta sellar la tapa con silicona o pegamento para que no pueda abrirse.
(En otras "recetas" que encontraréis por internet añaden colorante para darle color al líquido. En mi caso no ha sido necesario porque la purpurina ha soltado color y ya ha teñido la mezcla).

Frasco agitado
Frasco en calma









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